El Edificio y la Intervención Urbanística
El Centro Botín, es un novedoso espacio para el arte, la cultura y la educación en la bahía de Santander construido por iniciativa personal de Emilio Botín (1934 – 2014) y diseñado por el arquitecto y premio Pritzker Renzo Piano.
Se ha concebido como una intervención urbana capaz de integrar el centro de la ciudad y los históricos Jardines de Pereda con la bahía. Por ello, la construcción del edificio ha implicado también el soterramiento del tráfico rodado que separaba los Jardines de Pereda del frente marítimo, de manera que los jardines pudieran duplicar su superficie, extendiéndose hasta el mar y haciéndolo accesible a los ciudadanos. Para ello, ha sido necesario la construcción de un túnel de paso que permite que estos jardines tripliquen sus zonas verdes y liberando a esta zona del tráfico de la ciudad, creando espacios abiertos, libres de contaminación y ruido.
Situado entre el parque y el mar, el edificio apoya una parte sobre pilares y columnas en los terrenos de la vieja dársena, mientras que otra se proyecta en voladizo para quedar suspendida sobre el agua. El hecho de que el edificio quede en parte oculto por la vegetación de los Jardines de Pereda, evita la obstrucción de las vistas sobre el mar y el bello paisaje de la bahía. La sensación de ligereza se refuerza con una serie de pasarelas de acero y vidrio que conectan entre sí las dos plazas que conforman el edificio, al tiempo que crean un nuevo espacio público levantado del suelo.
De los dos lóbulos que conforman el edificio, el de la zona este conforma un auditorio que se levanta en doble altura, así como un centro educativo orientado al norte, ambos concebidos para adaptarse con flexibilidad a usos diversos.
Por su parte, el cuerpo oeste está dedicado al arte, con salas de exposiciones en dos plantas que se caracterizan por un gran ventanal con vistas al mar y los jardines, completado en la última altura con una cubierta de vidrio que está formada por cuatro capas que protegen de la radiación directa y que permiten regular con flexibilidad la entrada de luz cenital.
La superficie de los dos lóbulos está revestida en su totalidad con escamas cerámicas redondeadas y de tono nacarado, que brillan con la luz del sol, reflejando la superficie del agua y las luces de la ciudad.
Excavado en el entorno ajardinado del edificio, se encuentra el anfiteatro cuya fachada oeste se ha dotado de una impresionante pantalla LED para proyecciones y cine al aire libre. El conjunto se completa con un espacio totalmente acristalado que se sitúa en la planta baja, y que acoge un café, un restaurante, una zona comercial y un punto de información.