Parece ser que con el confinamiento hemos empezado a ser más consciente de nuestro entorno más inmediato, es decir nuestra casa. Esos momentos donde el salón podía ser una oficina, un colegio, un gimnasio o una sala de cine, hace que en este último año la necesidad de reformar el interior de los hogares esté en la mente de todos nosotros. ¿Sabes que es la arquitectura biofílica?
Este año atrás nos ha dejado una estela muy significativa en muchos campos, pero también en el de la arquitectura como la necesidad de estar más cerca de la naturaleza. Etimológicamente conocida como Biofilia, “Bio” con respeto al medio ambiente y “Filia” como amor hacia algo, es una nueva forma de entender muchos conceptos de la vida entre ellos la arquitectura.
Este concepto de unión del ser humano con la naturaleza, desde lo más ancestral a lo más evolucionado, ha llegado a muchos campos del arte, la cultura y la música, pero sorprende como cada vez más la Era Biofílica se ha colado en el mundo del diseño arquitectónico y las reformas.
¿En qué consiste la arquitectura biofílica?
La arquitectura biofílica consiste en aportar soluciones arquitectónicas ecológicas que permitan cuidar el planeta. Contar con un seguro de Responsabilidad Civil para Arquitectos te ayudará a que esa respuesta a la naturaleza vaya sobre seguro.
Aprovechar los recursos naturales para reinventar nuestra forma de vivir, hace que de una forma u otra colaboremos con el cuidado del medio ambiente. Según Erich Fromm, la biofilia nos acompaña desde nuestro nacimiento y está incluida en nuestro ADN, por eso su inclusión en la arquitectura y nuestra forma de vida no es ninguna casualidad.
La creación de espacios amigos de la naturaleza tanto de manera arquitectónica como visual, consiguen que nuestro día a día este más en armonía con la naturaleza mejorando nuestra concentración, creatividad y sobretodo nuestra salud.
Consejos para crear hogares biofílicos
- Utilizar materiales naturales para dar la sensación de que vivimos en un espacio abierto. Fuentes de agua, maderas, peceras entre otros nos recuerdan nuestros orígenes y aportan a los interiores un ambiente más naturalizado.
- Los colores como el terracota o aquellos tonos que nos recuerdan a los bosques, al campo o al medio marino, son sin lugar a duda un gran acierto para convertir estancias antiguas y oscuras en espacios donde disfrutar de la vida diaria.
- El uso de una decoración variada con flores o plantas de diverso tipo por la casa, ayudará a que esa conexión sea más sincera porque las plantas nos aportan esa energía vital que necesitamos, oxígeno y un colorido muy acorde con los dos consejos anteriores.
- Unir interiorismo con vivencia del espacio. La biofilia arquitectónica cambia el concepto de diseño de un espacio, por la contemplación del espacio para darnos bienestar y mejorar nuestra salud. A través del uso de luz natural, presencia de agua o texturas conseguimos favorecer la circulación del aire y con ello renovar las energías de nuestro hogar.
Este amor a la vida enfocado al diseño de interiores y en general a la arquitectura, consigue restablecer los lazos que unen a los humanos con la naturaleza. En este mundo urbanizado donde todo parece estar detrás de una pantalla, esta forma sostenible nos acercará más a nuestro verdadero ser interior.
Al final conseguir a través de nuestro trabajo como arquitectos espacios y entornos saludables es apostar por mejorar la forma de vida de las personas a la vez que cuidamos de la naturaleza.
Como bien reconoció Oliver Heath uno de los máximos expertos mundiales en diseño biofílico:
“En esencia, el diseño biofílico ayuda a reducir el estrés y recargar energías.
Al final, se trata de una cuestión de calidad de vida”