La arquitectura sostenible es aquélla que tiene presente el medio ambiente y que se valora cuando proyecta las edificaciones la eficacia de los materiales, el urbanismo, el proceso de edificación y el impacto que las construcciones tienen en la naturaleza y en la sociedad. Pretende promover la eficacia energética con el fin de que esas edificaciones no produzcan un gasto superfluo de energía, para que aprovechen los recursos de su medio ambiente para el funcionamiento de sus sistemas y no tengan ningún impacto en el entorno.
Ejemplo de un edificio de pisos situado en Madrid con la certificación de sostenibilidad.
Para este ejemplo, la construcción ha resultado más costosa, pero los propietarios consiguen un ahorro energético del 75,64% y que la emisión de CO2 se disminuya en un 73,20%. Esto demuestra que se pueden usar estrategias encaminadas a la sostenibilidad en edificios de todos los tipos (uso de energías alternativas, eficacia energética, eficacia del consumo del agua…)
La arquitectura sostenible se está llevando a todas partes del mundo como por ejemplo en México, donde dos estudiantes de la Universidad Tecnológica de México (UNITEC) han conseguido crear un tipo de material de construcción alternativo sostenible (ladrillos ecológicos o “EcoLadrillos”). Estos ladrillos están Compuestos de “tepetate”, un tipo de suelo volcánico con alto contenido de arcilla. Lo más curioso de este material es que es utilizado como el juego tradicional de LEGO, con un formato de encaje (macho y hembra). Aparte de reducir su adhesión en un 80%, estos ladrillos ecológicos permiten aumentar la velocidad de trabajo, reduciendo los costes y desarrollando viviendas sostenibles. Además, poseen dos orificios en su interior, para poder introducir todo el cableado necesario para una vivienda (Internet, sistema eléctrico e incluso tuberías).
Otro ejemplo lo encontramos en la estación del AVE en León, España. Otro material de arquitectura sostenible, conocido como “Ecogranic” fue desarrollado por la empresa de Navarra PVT (Pavimentos de Tudela). Este material consiste en baldosas situadas en el suelo de la ciudad en la que son capaces de limpiar el aire, eliminando la contaminación que se produce por todos los automóviles cada año. Es una solución innovadora y eficaz para convertir nuestras ciudades en lugares más saludables, con un aire más puro y sin los contaminantes de la atmósfera.
Estas baldosas funcionan con un potente catalizador que es activado con la luz solar, muy similar al proceso de fotosíntesis que realizan las plantas. La baldosa funciona atacando a los productos contaminantes orgánicos y también los inorgánicos (como el óxido de Nitrógeno) y los transforma en elementos inofensivos para nosotros, mejorando el entorno que nos rodea. El resultado de ésta transformación llega a producir nitratos y carbonatos, pero sin peligro, porque éstos son transportados por el viento y por la lluvia hasta llegar a la flora.
Este proyecto realizado en León cuenta con 10.000 metros cuadrados de baldosas ecológicas para limpiar el aire de la ciudad y ya son cada vez más localidades las que apuestan por este suelo sostenible en sus ciudades.